jueves, 9 de octubre de 2008

Conozca a su profe: Sylvia Moraga


Aunque para algunos Química es una asignatura compleja, existe una persona que con su dinámica y jovialidad nos alegra esta clase e incluso todo el día.

Alumbrado Público investigó el lado B de nuestra profesora Sylvia Moraga.

¿Cómo fue su infancia?

Es una pregunta complicada. En mi niñez viví las etapas corrientes. De mucha inocencia. Fíjate que hasta los 14 años, en primero medio, le hacía clases a mis muñecas. Era muy entretenido. Fue una niñez bonita, con un papá muy severo, a quien había que seguir las reglas. Por ejemplo, a las 19 horas había que estar dentro de la casa y a las 21 acostarse. Todo era muy riguroso.

Interesante...dígame, ¿cómo decidió estudiar Pedagogía en Química?

En 3º medio fueron al colegio para hablarnos sobre las carreras y llevaron unos videos, unos VHS en ese entonces donde mostraron lo que hacían en un laboratorio. Fue lo más significativo para mí, los colores, las formas, el delantal blanco que usaban las personas que estaban trabajando en él, y la actividad práctica que me gustó mucho. De hecho, en mi familia hay dos químicos más y conversando con ellos sobre lo que hacían es su trabajo me surgió la idea de estudiar ciencias. Además en esta área se pueden construir y crear cosas, algo que me fascina.

¿Y cómo fue su primera experiencia en el RCV?

Llegué al colegio en el año 1998 como profesora Suplente. Tuve que orientarme para entender como funcionaba todo en el establecimiento. Por ejemplo, tuve unos problemas con el horario, luego me costó hallar la sala, abrí la puerta y eran solo jóvenes grandes. Reconozco que me dio un poco de nervios. Después en la clase uno de ellos estaba haciendo desorden, por lo que yo le dije que parara. Sin embargo, siguió, así que lo subí y lo bajé a reprimendas. Quedé como mala de la película, pero él pudo aprender que era mejor guardar silencio en esos momentos. De ahí en adelante, la convivencia con los alumnos ha sido súper buena y eso es una alegría para mí.

Cuénteme, ¿cómo fue la primera vez que en el colegio le lanzaron un piropo?

(Ríe) Creo que si viene de los alumnos es un acto de cariño. No lo veo como algo negativo, sino que lo miro como algo bonito que el estudiante quiere demostrar su afecto. La verdad es que de la primera vez no me acuerdo, pero antes usaba falda sobre la rodilla y me decía que tenía bonitas piernas. Desde entonces uso pantalón porque sentía que yo misma me urgía sola.

Y por último, profesora, ¿nos podría contar un dato freak de usted?

Hace años atrás yo trabajaba en una sala que tenía una tarima. De pronto no me di cuenta que llegaba hasta un punto y mientras hacía la clase, me fui corriendo hacia atrás y entonces me caí. Te juro que fue la vergüenza más grande que he pasado en mi vida. Me paré y les dije a los estudiantes “al que se ría, le pongo un uno”. Desde ese momento trato de evitar las tarimas.

Sebastián Basaure 3º medio B

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